#5 La procrastinación como barrera de la Innovación

Según el diccionario de la RAE, la procrastinación se define como “diferir, aplazar”. Realmente es una definición muy escueta, y por ello tan brillante. Esas dos palabras recogen exactamente mi sentimiento.

Hay tareas que sabes que si o si, has de hacer, puedes hacerlas antes o después, pero no te cabe la menor duda de que vas a hacerlas Clic para tuitear

Lógicamente suelen ser tareas aburridas, poco motivantes, con gente no afín a mi… pero esto no va a cambiar, y siempre serán así por mucho tiemplo que aplacemos abordarlas. Esto no quiere decir, que no hagamos algún tipo de priorización de tareas por productividad a lo largo del día, conexión con el equipo o similar…

Aplazar tareas y sus consecuencias en la innovación

La procrastinación, no es un problema en sí misma. Una tarea mientras sea hecha en el plazo adecuado no debe haber motivo para que signifique un resultado negativo. El problema es el efecto, que este aplazamiento supone en nuestras mentes.

Esa tarea no realizada, queda en nuestro subconsciente en forma de lastre, y esto supone que no podamos tener la mente despejada. Quizá esto puede no significar un problema cuando lo que pretendemos es realizar algún cometido repetitivo o automático, pero en trabajos donde el pensamiento es la base fundamental genera un stress que reduce nuestra capacidad resolutiva.

Y cuando de lo que se trata es de innovar, tarea 100% creativa y mental, el hecho de tener el cerebro con algún tipo de preocupación inconsciente hace que este aflore constantemente y no permite concentrarnos de la manera necesaria para ser todo lo creativo que podríamos.

Dicho al contrario, cuanto mayor sea nuestra paz interior, mayor será nuestra capacidad de creatividad. Es por esto por lo que la procrastinación es un enemigo de la innovación, al cargar nuestra mente de negatividad involuntaria que reduce nuestra creatividad y capacidad de esfuerzo constante.

Es uno de los motivos, por los que los grupos de trabajo de innovación y/o desarrollo, en ocasiones trabajan en peceras cerradas. Estas, además de evitar que el resto del personal los interrumpa de forma innecesaria, también es una forma de crear una barrera física a cualquier distracción que genere stress o negatividad mental al equipo, puesto que, si procrastinas en tu puesto de trabajo habitual, pero cambias a otro lugar para ser creativo, la carga mental de la procrastinación en ese nuevo lugar baja.

Soluciones a la procrastinación en la innovación

Por todo ello, la mejor forma de afrontar esta procrastinación es ser consciente de que está sucediendo, para ello, lo primero es conocer este hecho, y ahora que has leído este blog ya lo sabes. Por lo que cuando sientas esa sensación errónea de no desear hacer una tarea, unida a seducción de postergarla, estarás cayendo en la tentación de procrastinar y para ello puedes usar la estrategia de dividir el objetivo en pequeñas tareas fácilmente alcanzables.

El perfeccionismo es una forma de procrastinación, por lo que debemos evitarlo. Es una forma de alargar una tarea más de la cuenta, haciéndonos creer que debemos o podemos hacerlo mejor del resultado actual.

En ocasiones, son los proveedores los que nos frenan y para mejorar la relación con los proveedores, el teléfono suele ser un buen aliado.

Para evitarlo, basta con aplicar dos conceptos diferentes, pero igual de efectivos en esta ocasión:

• Refranero español: no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy
• Resumen de la filosofía estoica: haz lo que debes sin excusas

Y para finalizar, como este post trata sobre actuar, una frase:

No importa lo que hagas en la vida, hazlo con todo tu corazón.

Confucio.