A diario estamos rodeados de tareas, tareas importantes, tareas urgentes, tareas rudimentarias, tareas que nos gustan, tareas que nos disgustan… seríamos capaces de estar añadiendo cada día nuevas tareas a la lista.
Las listas de tareas son una forma muy buena para organizar el trabajo diario y gestionar equipos, una vez tenemos la lista de tareas, hay muchas formas de abordarlas, ya conoceréis los cuadros que priorizan por importancia y urgencia, u otras estrategias.
Para conocer los riesgos de no terminar tareas y como solucionarlo, sigue leyendo, mira el video o escucha el podcast.
La cuestión, es que, en el modelo laboral actual, donde es importante que cada trabajador aporte lo máximos posible, estas listas de tareas se convierten en infinitas y prácticamente nunca hay tiempo para esas tareas que supuestamente son menos importantes u urgentes.
¿Por qué no termino lo que empiezo?
Con estas tareas pueden pasar tres cosas:
- La primera es que nunca lleguen a realizarse si no llegan a tener la importancia suficiente
- Lo segundo es que se retrase tanto que pase a ser urgente, lo cual no es bueno
- La tercera es que la hagamos rápido para quitárnosla de encima y así la calidad se vea comprometida
En cualquier de los tres casos nos afectará negativamente:
- En el primer caso, nuestra reputación y confiabilidad se verá afectado puesto que una tarea no realizada en un equipo o de la que dependen otros no dice nada bueno, pueden pensar que eres una persona que no terminan lo que empieza… ni, aunque sea porque tenemos mucho trabajo… eso sólo suena a excusa
- En el segundo caso, nuestra imagen también se verá afectada, significará que no somos capaces de organizar bien nuestras tareas y que sólo somos capaces de abordar una tarea cuando es urgente y no hay más remedio… ni, aunque sea porque vamos a tope… si esto es algo que sucede siempre…
- En el tercer caso, por supuesto que no nos ayuda, puesto que si algo peor que no hacer una tarea, es hacerla mal porque esto afectará directamente a nuestra profesionalidad.
Por lo tanto, nuestra imagen y reputación dependen de en gran medida de como seamos capaces de ejecutar tareas, esto implica tres cosas que hay que equilibrar, la calidad del resultado, el asegurar que se terminan y el tiempo empleado para terminarlas.
¿Qué hacer para no dejar las cosas a medias y evitar los roba-tiempos?
Para evitar tareas incompletas fuera de plazo hay varias cosas a tener en cuenta que nos pueden ayudar:
- En primer lugar, poner a cada tarea una fecha de finalización… e intentar no cambiarla. Si una terea tiene una fecha, nos ayudará a comprometernos y nos presionará para acabarla dentro del plazo. Por ejemplo, unas tareas que a veces se eternizan, son las relacionadas con proveedores, puedes ver como solucionarlo.
- En segundo lugar, hay que ser realista con el número de tareas que podemos asumir, más tareas de las que podemos asumir, sólo nos llevará al colapso
- En tercer lugar, las tareas periódicas son un roba-tiempos. Por largas que sean algunas tareas, más vale una tarea larga con principio y fin que una tarea periódica que nos hipoteca determinado tiempo todas las semanas
- En cuarto lugar, las tareas perfectamente ejecutas, son otro roba-tiempos. Hay que hacer la tarea igual o mejor de lo que se espera, pero tratar de conseguir la perfección supone emplear excesivo tiempo que nos quita de otras tareas. La perfección es una forma de procrastinación.
- Y, en quinto lugar, siente la satisfacción de finalizar y tachar una tarea realizada. Esto motiva a seguir empujando para seguir realizando las siguientes tareas de la lista
Miedo a terminar las cosas
Lejos de tener miedo a terminar lo que he empezado, debo desear hacerlo pues una cosa importante de realizar una tarea es lo que se aprende durante todo el proceso. Si no somos capaces de terminar la tarea, nos perderemos todo el aprendizaje relacionado (en este artículo explico la importancia del aprendizaje para la innovación) con la misma, y esto se convierte en una merma de nuestras capacidades a futuro.
Además, el terminar las tareas, no puede sino, acercarnos a lograr nuestras metas que al final es nuestro objetivo final.
Por lo tanto, una terea sin acabar, puede terminar enquistándose y produciendo más problemas que si la hubiéramos realizado en su momento y hubiéramos retrasado otras tareas quizá más importantes a priori.
Y para finalizar, una pequeña reflexión:
Una tarea no es fácil o difícil, todo depende de la cantidad de tiempo que le hemos dedicado Clic para tuitear
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