#8 Solución a las barreras de la Innovación

Primeras barreras de la innovación

Imagina que la dirección de tu empresa te pide que desarrolles una nueva gama de producto, pero que sea innovadora, diferente a lo existente en el mercado. Lógicamente, nos fijaremos en lo existente en la calle, averiguaremos las necesidades del cliente que ha de satisfacer, investigaremos sobre la tecnología existente que se podría aplicar al producto… pero una vez finalizada esta fase de información, (y ahora pensarás que estoy loco), debemos darle la espalda al mercado, para evitar su influencia continúa y así ser capaces de diferenciarnos. Si esta estrategia nos permite ser diferentes, nos permitirá comenzar a superar las barreras de la innovación.

El problema es que tendremos varias ideas básicas, de las cuales escogeremos una o dos, y a partir ahí, comenzaremos a desarrollar nuevas ideas y prototipos mediante la forma de prueba y error, pero el problema viene cuando no sólo no hay avances, sino que tras cada fallo toca volver atrás o incluso volver a empezar. Parece que todo son fallos o errores. y este es uno de los obstáculos de la innovación.

Y es aquí cuando nuestra mente creativa y su resiliencia son determinantes, porque podemos tratar de analizar lo que no ha funcionado para aprender y tenerlo en cuenta en la siguiente iteración de prueba del proceso, o simplemente ofuscarnos, abandonar e ir por el camino fácil de ser simplemente uno más… Y esta es otra estrategia para superar las dificultades de la innovación, debemos aprender de los errores para poder avanzar.

Aunque parezca increíble, debamos alegrarnos de estar fallando, porque eso significa que estamos avanzando, sin duda, cada nuevo fallo, nos acerca más al objetivo y nos aleja de aquello que no es innovación.

Aquí, puede ayudarnos recordar e Edison, que cuando presentó su bombilla, y le preguntaron como se sentía al haber fallado tantas veces hasta conseguir la solución a su producto contesto:

No he fallado, sino que he aprendido 10.000 formas diferentes de cómo hacer que una bombilla no funcione.

Edison

Sólo si consigues el objetivo de que sea diferente, conseguirás que sea relevante. Clic para tuitear

De ahí la dificultad que sólo unos pocos, son capaces de conseguir diferenciarse o innovar, frente a la mayoría que fabrican cosas similares que no aportan nada nuevo al mercado.

Y no es que estos pocos sean unos elegidos con capacidades especiales, sino que son aquellos que han aprendido a tolerar la frustración como forma de superar las adversidades de la innovación, porque un pequeño fallo quizá no te desilusione al principio, pero te puedo asegurar que muchos fallos seguidos sobre ideas que pensabas que, seguro que iban a funcionar, te llevan a la frustración y sobre todo a hacerte dudar de las capacidades ya sea de ti mismo o de las de tu equipo.

Fallando supero las dificultades de la innovación

Uno de los hándicaps con los que nos encontramos, es que en nuestra cultura el fallar parece que está penalizado, se critica, no está bien visto y por tanto nos da miedo. En otras culturas, se premia el intentarlo, y no tanto el resultado, porque son conscientes que sólo es posible conseguirlo si se intenta, nadie ha conseguido sacar un producto innovador desde la inacción.

Todo el mundo falla, hasta los más grandes, de hecho, probablemente, la gente de mayor éxito, serán los que más han fallado, simplemente porque serán los que más lo han intentado. Si navegáis por la red, podréis encontrar grandes ejemplos de números 1 como son Michael Jordán, Apple, Coca Cola…

Este miedo a fallar esta relacionado con las consecuencias del fallo y por eso nos hacemos la pregunta ¿y si sale mal? (la gente puede pensar que soy un fracasado, que no soy capaz, tendré que aceptar que no soy tanto como pensaba, habré invertido tiempo y dinero para nada…), cuando la pregunta que nos ayudará a seguir adelante es ¿y si sale bien? (tendré éxito, estaré realizado, tendré reconocimiento, aprenderé mucho de los fallos para poder aplicarlos en los siguientes intentos, podré ganar más dinero…). El enfoque de esta pregunta es mucho más positivo, y nos acerca a aquello que realmente deseamos y por lo que estamos esforzándonos, aquello por lo que vale la pena luchar, dejando a un lado las excusas y nuestros miedos.

Si igualmente queremos hacernos la pregunta de ¿y si sale mal?, quizá debamos acompañarla de ¿sucederá algo irreversible? Porque si las consecuencias de nuestras pruebas son reversibles, entonces, lo mejor es probar y si no funciona aprender y volver atrás para comenzar desde el mismo punto donde estábamos con mayor información.

Solución a los obstáculos de la innovación

Una vez convencidos de que cada fallo nos acerca más a superar las barreras de la innovación, y por tanto siendo conscientes de que vamos a errar hay varias cosas a tener en cuenta:

• Debemos fallar rápido, esto es, hasta que consigamos la solución, deberemos pasar por muchas iteraciones de prueba-error y para evitar que el proceso sea demasiado largo, debemos hacer procesos cortos y rápidos para validar o desestimar una idea. No debemos olvidar que el tiempo es dinero y coste oportunidad.
• Igualmente debemos fallar lo más barato posible, por el mismo motivo del punto anterior, como serán muchos los intentos fallidos, el coste se irá acumulando, por lo que cuanto más barato sea mejor. Algo que recoge muy bien los dos puntos anteriores son prototipos caseros o en impresora 3D.
• Buscamos progreso, no perfección. Esto también es importante, la perfección es algo que nos puede llevar a eternizar los procesos y a reducir sensiblemente el valor añadido aportado al mercado en función del tiempo invertido. Por ello, hay que ser consciente del nivel de perfección necesario de cada fase del proceso para evitar no estar siempre en progreso constante, recuerda que la perfección es una forma de procrastinación. La innovación debe ser constante, pero los procesos deben tener fin.
• La motivación también es una baza importante en el proceso de innovación. La falta de motivación nos hace más vulnerables a la frustración, y, por tanto, si notamos que en ese momento no estamos motivados con el proyecto o la idea, lo mejor es dejarla aparcada a mañana puesto que sino, podemos juzgarla de manera injusta y desaprovechar todo el aprendizaje que nos podríamos haber llevado, o incluso, ¡¡quién sabe si era la buena!!, (recuerda que es muy importante seguir empujando de forma constante en la creatividad).
• Y si todo lo anterior no os convence, os aseguro que os podrá motivar el pensar la rabia que da que otro haga realidad algo pensaste antes tú. Porque sólo importa aquél que además de pensar algo, lo lleva a la acción.

Porque de esto se trata, nadie sabe cuál es la buena y sólo aquel que este convencido de seguir hasta alcanzarla, será el que conseguirá hacer algo relevante y superar así las barreras de la innovación.

Y para finalizar, una pequeña frase de Yoda de Star Wars,

El mejor profesor el fracaso es.

Yoda